Nour Kayed Faiq Issa

El detenido administrativo más joven

40 soldados para arrestar a un niño

La madre de Nour se despertó con el sonido de los golpes aporreando la puerta de su casa en el pueblo de Anata, cerca de Jerusalén. Al abrir la puerta, vio a 40 soldados y vehículos militares rodeando la casa. 15 soldados y un oficial entraron en la casa y le informaron de que venían a arrestar a Nour, su hijo de 16 años.

El oficial exigió que Nour fuera con ellos, llevando su documento de identidad y su ordenador. Su madre corrió a despertar a las hermanas de Nour para que le pudieran ver antes de que lo arrestaran. El oficial llevó a Nour a otra habitación, separándole de su familia, para interrogarle, a pesar de que la madre insistió en querer estar presente durante el interrogatorio. Los soldados le obligaron a quedarse en el cuarto de estar junto con su marido y sus hijas y escucharon cómo los soldados gritaban y amenazaban a su hijo. El interrogatorio duró 10 minutos. En él, Nour fue informado de que iba a ser detenido por incitaciones en Facebook.

La redada y el interrogatorio duraron 45 minutos. Después, las FOI le vendaron los ojos, esposaron las manos a su espalda y se lo llevaron sin informar a la familia a dónde o por qué estaba siendo arrestado. Ocho horas después, informaron a su madre de que le habían llevado a la prisión de Ofer.

Nour echa de menos a su familia

Nour tiene cuatro hermanos: un hermano mayor y tres hermanas. Su hermana mayor, Alla (24 años) dio a luz a su primer hijo mientras Nour estaba en la cárcel. Su hermano Baraa (20 años) actualmente está detenido por la Autoridad Palestina y sus dos hermanas menores, Shayma (15 años) e Israa (13) están estudiando. Su madre solo ha podido ir a verle una vez desde que está detenido y a su padre le han negado los permisos de visita por “cuestiones de seguridad”.

El arresto de Nour ha causado un gran estrés a la familia, dando como resultado que sus dos hermanas pequeñas tengas problema en el colegio. La madre de Nour señaló que lo peor de esta situación era saber dónde se encontraba su hijo. Nour le contó que se le había hecho muy difícil sin su familia, perdiéndose el Ramadán y que tenía muchas ganas de conocer a su nuevo sobrino.  Le habló de cómo habían sido los pasados 5 meses sin el abrazo de su madre, el consejo de su padre, jugar con sus hermanas y, lo más importante, sin su libertad.    

Nour está en la prisión de Ofer, donde a cientos de menores palestinos se les niega contantemente su derecho a la educación, estar con sus familias y prepararse para el futuro.  Cada día que están en prisión, se les obliga a crecer antes de tiempo, privándoles de su infancia. Se les obliga a vivir entre cuatro paredes, vigilados por guardias y sometidos a interrogatorios y constantemente siendo traídos y llevados a las vistas de los tribunales.

La detención administrativa persigue a los niños

Tras su arresto, Nour estuvo 11 días siendo interrogado. Se le imputaron numerosos cargos, entre ellos la provocación a través de Facebook. En la primera audiencia, el juez decidió ponerle en libertad pagando una multa de 4000 ILS, pero la fiscalía insistió en detenerlo. Como resultado, se expidió una orden de detención administrativa contra él. En un principio, desde el 13 de abril de 2017 hasta el 2 de agosto de 2017.

Se alegó que Nour era una amenaza para la seguridad. Aunque el juez coincidió con la defensa en que los cargos contra él no representaban una “amenaza para la seguridad”, se expidió la orden de detención administrativa igualmente. El juez decidió reducir la orden a dos meses, teniendo en cuenta que el detenido era un niño. Pero la decisión se apeló y cumplió en prisión los cuatro meses.

El 2 de agosto de 2017, cuando la orden finalizó, la fiscalía la renovó durante tres meses más (que acabarán el 1 de noviembre de 2017). Según la fiscalía, Nour sigue siendo una amenaza para la seguridad. Su abogado pidió su puesta en libertad el 1 de septiembre de 2017 para que pudiera pasar las fiestas del Eid con su familia. Sin embargo, tras revisar la documentación, el juez consideró que Nour debería permanecer bajo detención administrativa. Además, el juez añadió que antes de tomar la decisión tenía dudas al tratarse de un niño, pero a pesar de sus preocupaciones la orden fue renovada.      

Nour ha sido arrestado anteriormente en dos ocasiones durante 2016; ambas detenciones, por provocaciones, duraron una semana.

El caso de Nour muestra que la ocupación no distingue entre un niño y un adulto y no tiene en cuenta los efectos psicológicos o físicos que la detención produce en los niños. Las fuerzas de la ocupación no solo detienen a los niños y les condenan a meses o años en prisión, sino que también utilizan la detención administrativa cuando no tiene pruebas suficientes para llevarles a juicio. Esto muestra claramente que la intención de la ocupación es intimidar a los niños, influir en su conciencia y su manera de pensar e intervenir en su desarrollo social, intelectual, cultural aislándolos de su entorno y de sus familias.

Está claro que las fuerzas de ocupación continúan teniendo a Nour detenido sin ningún sentido; se da el caso de que su hermano presuntamente intentó apuñalar a un israelí. Teniendo en cuenta que no se presentó ninguna prueba que confirmara que Nour supone una amenaza, su encarcelamiento supone un castigo colectivo contra su familia. Actualmente, Nour es la persona más joven que está bajo detención administrativa en una cárcel israelí.

Sin infancia bajo la ocupación

El caso de Nour no es aislado. Las fuerzas de ocupación persiguen a los niños de 1967. Existe una clara política israelí de aterrorizar a los menores. Dominar y controlar a los niños de manera temprana es una estrategia de control. La idea es la siguiente: si un niño entiende las consecuencias de llevar a cabo acciones políticas, habrá menos posibilidades de las realice en el futuro.

Arrestan a los niños como a los adultos; por la noche les detienen, les interrogan, son potencialmente torturados y encarcelados un mínimo de 3 meses hasta años.

La edad de los menores nunca se tiene en cuenta, ignorando todas las leyes y convenciones que protegen a los niños y sus derechos.  

Nour tiene que ser puesto en libertad el 1 de noviembre de 2017 si la fiscalía no renueva su orden de detención administrativa. Espera ansioso saber si esta es la fecha en la que se volverá a reunir con su familia. Nadie, especialmente ningún niño, debería sufrir esta incertidumbre. Nour es uno de los 320 niños que actualmente están viviendo esta situación.

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